lunes, junio 12, 2006

Por fuera de los limites

Gustav Meyrink, por Jorge Luis Borges
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(Gustav Meyer nació en Viena, accidente que claramente lo dejaría fuera de un catalogo de autores checos. No tan fácil de determinar es el lugar de nacimiento del autor Gustav Meyrink, nacido de apellido Meyer y modificado por propia decisión. Más de una razón existe para incluir a este autor en un Blog que se denomina "Letras Checas". La primera, y más importante, es que el titulo del Blog pretende ser una aproximación al mismo y no una sentencia inamovible, un elemento que marque una frontera infranqueable. La segunda es que Praga, el mito del Golem, la novela de Meyrink, y el propio autor (que cursó sus estudios en esa ciudad y permaneció allí años de su vida) están profundamente ligados. La tercera sería que Kafka es considerado un autor checo a pesar de haber escrito en alemán y que las distintas fronteras que han marcado el estado de Bohemia, la vieja Checoslovaquia y la actual República Checa, sumada a los distintos imperios a los que dicho territorio a permanecido, deja libertades suficientes como para trazar lazos que unan culturalmente a autores de diversas nacionalidades).

Los hechos de la vida de Gustav Meyrink son menos problemáticos que su obra. Nació en 1868, en Viena. Su madre fue una actriz (es demasiado fácil comprobar que su obra literaria es histriónica). Munich, Praga y Hamburgo se reparten sus años de juventud. Sabemos que fue empleado de banco, y que abominó ese trabajo. También sabemos que ensayó dos desquites o dos maneras de evasión: el estudio confuso de las confusas "ciencias ocultas" y la composición de escritos satíricos. Atacó en ellos el ejército, las universidades, la banca, el arte regional. ("Arte-escribió-de donde está ausente lo artístico y donde lo regional es falsificado".) Desde 1899, la famosa revista Simplizissimus, publicó sus escritos. De esa época data su traducción de ciertas novelas de Dickens y de ciertos relatos de Poe. Hacia 1910 reunió una ciencuentena de cuentos bajo el nombre paródico El cuerno mágico del burgues alemán, en 1915 publicó El Golem. El Golem es una novela fantástica. Novalis anheló alguna vez "narraciones oníricas, narraciones inconsecuentes, regidas por asociación, como sueños". Tan fácil es componer narraciones de ésas como imposible es componerlas de modo que no sean ilegibles. El Golem -increiblemente- es onírico y es lo contrario de ilegible. Es la vertiginosa historia de un sueño. En los primeros capítulos (los mejores) el estilo es admirablemente visual; en los últimos arrecian los milagros de folletín, el influjo de Baedeker es más fuerte que el de Edgar Allan Poe y penetramos sin placer en un mundo de excitada tipografía, habitado de vanos asteriscos y de incontinentes mayúsculas...No sé si El Golem es un libro importante; se que es un libro único. Inútilmente tratan de parecérsele las otras novelas de Meyrink: La noche de Walpurgis, El rostro verde, El ángel de la ventana occidental. Gustav Meyrink es asimismo autor de Murciélagos-una recopilación de cuentos fantásticos- y de un fragmento de novela que se titula El emperador secreto.

Los discípulos de Paracelso acometieron la creación de un homúnculo por obra de la alquimia; los cabalistas, por obra del secreto nombre de Dios, pronunciado con sabia lentitud sobre una figura de barro. Ese hijo de una palabra recibió el apodo de Golem, que vale por el polvo, que es la materia de que Adán fue creado. Arnim y Hoffmann conocieron esa leyenda. En el año 1915, el austriaco Gustav Meyrink la renovó para la escritura de la novela "El Golem". Harta de sonoras noticias militares, Alemania acogió con gratitud sus fabulosas páginas, que le permitían olvidar el presente. Meyrink hizo del Golem una figura que aparece cada treinta y tres años en la inaccesible ventana de un cuarto circular que no tiene puertas, en el ghetto de Praga. Esa figura es a la vez el otro yo del narrador y un símbolo incorpóreo de las generaciones de la secular judería. Todo en este libro es extraño, hasta los monosílabos del índice: Prag, Punsch, Nacht, Spuk, Licht. Como en el caso de Lewis Carroll, la ficción está hecha de sueños que encierran otros sueños. Hacia esa fecha, Meyrink había dejado la fe cristiana por la doctrina del Buddha.
Antes de ser un buen terrorista de la literatura fantástica, Meyrink fue un buen poeta satírico. Su Cornupio del burgués alemán data de 1904. En 1916, Meyrink publicó El rostro verde, cuyo protagonista es el Judío Errante, que en alemán se llama el Judío Eterno; en 1917 La noche de Walpurgis; en 1920 una novela que hermosamente se titula El angel de la ventana occidental. La acción transcurre en Inglaterra, los personajes son alquimistas. Gustav Meyrink, cuyo prosaico nombre era Meyer, nació en Viena en 1868 y murió en Starnberg, Baviera, en 1932.

Esta novela, más o menos teosófica-el ángel de la ventana occidental-no es tan bella como su título. A su autor, Gustav Meyrink, lo hizo famoso la novela fantástica El Golem, libro extraordinariamente visual, que combinaba graciosamente la mitología, la erótica, el turismo, "el color local" de Praga, los sueños premonitorios, los sueños de vidas ajenas o anteriores, y hasta la realidad. A ese libro feliz sucedieron otros un poco menos agradables. En ellos se advertía la influencia, no ya de Hoffmann y de Edgar Allan Poe, sino de la diversas sectas teosóficas que pululaban (y pululan) en Alemania. Se traslucía que Meyrink había sido" iluminado" por la sabiduria oriental, con el funesto resultado que es de rigor en tales visitaciones. Gradualmente se fue identificando con el más ingenuo de sus lectores. Sus libros se convirtieron en actos de fe y aun de propaganda. El ángel de la ventana occidental es una crónica de confusos milagros, apenas rescatada, alguna vez, por su buen ambiente poético.
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(No compartimos la opinión general de Jorge Luis Borges sobre la última novela comentada. El Angel de la ventana de occidente -o El Angel de la ventana occidental- nos parece más bien un viaje fascinante con escalas en lo fantastico, en lo onirico y lo sobrenatural, unido por el enigma de objetos y personalidades que terminaron imponiendose como mitos o leyendas. A saber: la Praga de los cabalistas, la corte de Rodolfo II, el misterioso significado del termino Baphomet, la ciencia -o pseudo ciencia- de la alquimia, el celebre ocultista ingles John Dee, etc. Aún así preferimos publicar, conjunto a los otros comentarios de Borges sobre Meyrink, su reseña sobre El Angel de la ventana de Occidente a fin de no caer en el mero halago de los autores que nos interesan).

1 comentario:

Karel Poborsky dijo...

El primer y tercer parrafo se encuentran publicados en Textos Cautivos, Jorge Luis Borges, Editorial Emecé.

El segundo parrafo se encuentra publicado en Biblioteca personal, Jorge Luis Borges, Editorial Alianza.